martes, 29 de diciembre de 2009

POMPEYA


Poco después de la una de la madrugada del 24 de Agosto del 79 d.C. empezó la erupción. Una columna de humo y ceniza se alzó 19 kilómetros en el cielo. En los días previos, una serie de señales anunciaron el desastre inminente. Una multitud de pequeños terremotos sacudieron la región, los pozos se secaron y las fuentes dejaron de manar. Los perros aullaron y los pájaros guardaron un extraño silencio. No era la primera vez que el Vesubio ( un gran volcán) entraba en erupción. Las erupciones del 900 y el 320 a.C. cubrieron la región de polvo y ceniza, fundiendo la cima de la montaña. Pero durante cuatro siglos el volcán permaneció dormido.

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